Algo para entretenerse... ojo... a no ponerse nerviosos..

Trata de quitar todos los clavos posibles...

Aprendamos a estudiar.-

El aprendizaje es una actividad cuyo protagonista es el sujeto que aprende. Por eso, para garantizar el aprendizaje, no basta con la asistencia del estudiante, con su presencia física en clase, o con la acumulación de horas frente a un libro. Quien desee aprender debe adoptar una actitud activa, debe asumir su protagonismo y superar la tendencia a la comodidad, a la pasividad. Toda técnica de estudio, toda estrategia para la optimización del aprendizaje, parte de este presupuesto.
Las técnicas de estudio son modos de hacer operativa nuestra actitud frente al estudio y el aprendizaje. Favorecen la atención y la concentración, exigen distinguir lo principal de lo secundario, e implican no sólo lo visual y auditivo, sino también la escritura, reduciendo la dispersión o haciéndola evidente para el propio sujeto.

Temas de Técnicas de Estudio.

EL ESTUDIO


Como dice Arturo Ramo García, ( http://www.aplicaciones.info/utiles/tetemas.htm )Estudiar es aprender una serie de conocimientos ejercitando la inteligencia, la memoria, la voluntad, la capacidad de análisis, de síntesis, de relacionar, etc. En el diccionario encontramos que estudiar es "ejercitar el entendimiento para alcanzar o comprender una cosa".
Para estudiar bien y alcanzar el éxito escolar son necesarias tres cosas: poder, querer y saber estudiar.
Poder estudiar es tener inteligencia y el resto de facultades humanas. Es indudable que la inteligencia se relaciona mucho con el éxito escolar. En igualdad de condiciones un alumno "inteligente" obtiene mejores notas que sus compañeros.
El querer estudiar es tener el deseo y la determinación de adquirir unos conocimientos. Hay estudiantes que con una inteligencia normal consiguen buenos resultados a base de esfuerzo personal y dedicar el tiempo necesario. Tan importante o más que la inteligencia es la motivación o el querer estudiar. Muchos alumnos fracasan no por falta de inteligencia sino por desinterés, por apatía, por dejar el trabajo para el último momento, es decir, por falta de motivación.
El saber estudiar es el tercer factor importante para alcanzar buenos rendimientos. Puede ocurrir que un alumno tenga la inteligencia suficiente y dedique bastante tiempo al estudio, pero los resultados son bajos e incluso fracasa. Probablemente se debe a que emplea unas malas técnicas de estudio. De ahí el desfase entre trabajo y rendimiento.
Además de estos factores importantes hay otros como el tener los conocimientos previos bien asimilados, dedicar el tiempo suficiente al estudio y utilizar los instrumentos adecuados, como libros de texto, diccionarios, atlas, etc.
Podemos hacer poco para mejorar la inteligencia, pero si podemos mejorar la motivación y sobre todo las técnicas de estudio. Debemos tener en cuenta que para conseguir buenos rendimientos no basta con conocer las técnicas, es necesario ponerlas en práctica según convenga en cada momento. La combinación entre la teoría y la práctica hará que mejore el rendimiento académico.

EL HORARIO

Además de poder estudiar, querer y saber utilizar unas buenas técnicas de estudio, es necesario dedicarle el tiempo suficiente para repasar, hacer los ejercicios y dominar todos los temas. Ningún trabajo sale adelante si no se le dedica tiempo, y el estudio tampoco.
Marcar una hora fija para comenzar el estudio, que podría ser entre las seis y media y las siete, teniendo clase por la tarde. Antes de ponerse a estudiar es conveniente hacer una lista de todas las actividades a realizar en esa tarde y después ordenarlas teniendo en cuenta de programar en primer lugar los temas que resulten más difíciles o desagradables. Conviene hacer un descanso de unos cinco minutos por cada hora de estudio concentrado. Es el momento de levantarse, dar una vuelta por la casa o hacer una llamada telefónica. Con esto se evita la fatiga mental.
Cada día hay que terminar todas las actividades que se han propuesto. De esta forma mejorar la constancia y fuerza de voluntad. Muchos días se terminan antes de lo previsto y se dedicar ese tiempo a los hobbys.

LA MOTIVACIÓN

El poder estudiar (tener inteligencia) es muy importante para conseguir el éxito en los estudios, pero no lo es todo. Hay estudiantes que teniendo una inteligencia normal, a base de esforzarse y "machacar" terminan sacando buenas notas.
El querer estudiar (tener motivaciones o voluntad) es tan importante o más que la inteligencia para alcanzar buenas notas. La motivación, en el sentido de causa que mueve o impulsa a estudiar.
Entre las motivaciones internas o personales distinguimos las que hacen referencia al interés profesional (conseguir un buen trabajo y seguir estudiando), al interés personal (me gusta estudiar, por satisfacción personal) y al interés escolar (saber más, sacar buenas notas, superarme).Estas motivaciones internas están muy relacionadas con el alumnado que obtiene altos rendimientos.
Las motivaciones externas o ajenas suelen ser familiares (por satisfacer a los padres, porque me riñen o me pegan), escolares (por no suspender en las evaluaciones, por saber contestar en clase) y sociales (por ir de veraneo, por tener el sello de listo). Todas ellas están muy relacionadas con el alumnado de rendimiento bajo. Podríamos afirmar que estas motivaciones externas no sólo no ayudan al estudiante sino que le perjudican en sus rendimientos escolares. Dicho de otra forma, para que los rendimientos sean satisfactorios ha de ser el alumno quien primordialmente quiera estudiar, con interés personal, profesional o escolar, que nacido dentro de sí mismo le empuje al esfuerzo que ordinariamente exige el estudio.
Si esta motivación personal o interna no existe o incluso es negativa-con un rechazo claro hacia el estudio- los esfuerzos que hagan los padres, los profesores y compañeros para ayudar al alumno, utilizando todos los medios (propinas, castigos, riñas, recompensas afectivas, etc.), serán insuficientes. También serán insuficientes los otros estímulos de la sociedad que empujan al alumno al estudio.

FORMA DE ESTUDIAR: El Método LSER

Hasta aquí se han estudiado aspectos parciales de las Técnicas de Estudio y es hora de tener una visión de conjunto para comprender los pasos a seguir para estudiar una lección. En el proceso del estudio se distinguen cuatro fases: síntesis inicial, análisis de cada pregunta, relacionar las ideas y síntesis final. Esto se concreta siguiendo cuatro pasos: lectura, subrayado, esquema y repaso. De aquí que el método seguido sea LSER formado por las iniciales de las palabras anteriores.
La lectura es el primer paso a seguir para alcanzar una síntesis inicial del tema. Antes se puede ojear la lección, ver las preguntas de que consta y fijarse en los dibujos y en los gráficos. Después hacerse unas preguntas para averiguar qué se sabe del tema a tratar. Con estas preguntas se consiguen dos objetivos: relacionar los conocimientos anteriores con los nuevos y aumentar la motivación al darse cuenta de los conocimientos que faltan por aprender. A continuación leer todo el tema para conseguir una visión general o síntesis inicial de la lección. Sobre ese esquema general resultar fácil encajar cada una de las preguntas.
El subrayado es el segundo paso de las técnicas de estudio. Tomar una pregunta o párrafo, tratar de comprenderla bien y subrayar con rojo las ideas principales y con lápiz azul las ideas secundarias, los ejemplos y los datos. Se esta forma se hace un análisis comprensivo de cada pregunta distinguiendo lo fundamental de lo accesorio. Hacer lo mismo con todas las preguntas.
El esquema es el tercer paso. Después de subrayar hay que ordenar las ideas principales y clasificarlas según un criterio. Para ello se puede hacer un esquema, un cuadro sinóptico o un resumen según los deseos del estudiante y lo que se adapte mejor al tema.
El repasar o recordar es el cuarto paso de las técnicas. Repasar consiste en repetir mentalmente las ideas principales del subrayado o del esquema. Seguir estos pasos: repasar la lección entera, cerrar los cuadernos o libros, repetir las ideas principales del subrayado o esquema y comprobar cuántas se han dicho bien y cuántas se han dejado. Este proceso hay que repetirlo hasta memorizar perfectamente toda la lección. Se han hecho investigaciones para averiguar el efecto del repaso. Los estudiantes que no repasaban recordaban, a las dos semanas, un diez por ciento de los contenidos de la lección, mientras que los que repasaban recordaban, a las tres semanas, el ochenta por ciento del tema.

SUBRAYADO

Subrayar no es solamente poner una raya, de algún color, debajo del algunas palabras o frases. Además de esto, y principalmente, es distinguir las ideas principales de las secundarias. Con el subrayado se obliga a seleccionar las ideas básicas de cada epígrafe y de cada lección.
Este ejercicio intelectual ya es de por sí de gran utilidad y exige un considerable esfuerzo porque obliga a la selección crítica de las ideas. Pero además facilita el estudio en ocasiones posteriores, ya que con sólo leer las palabras y frases subrayadas se tiene un conocimiento completo de toda la lección.
Tanto el subrayado como las anotaciones al margen son muy personales y cada uno lo hace según su peculiar forma de ser. Sin embargo, se pueden señalar una serie de reglas generales para hacer un buen subrayado.
Antes de subrayar, leer la lección entera para tener una idea general de la misma.
Sólo se debe subrayar en los libros propios y no es aconsejable estudiar en libros subrayados por otro estudiante porque las palabras y frases no son significativas.
Usar lápiz rojo (o raya doble) para subrayar las ideas principales, los datos esenciales y las definiciones.
Usar lápiz azul (o raya sencilla) para subrayar las ideas secundarias que deben ser recordadas y el resto de los datos (nombres, fechas, obras, etc.) y los ejemplos que demuestran la idea principal.
Marcar con una línea vertical en el margen cuando todo el párrafo debe ser subrayado. De esta forma se evita tener que subrayar todas las líneas.
Se pueden utilizar otros signos gráficos como el redondeado para resaltar una numeración o clasificación en un esquema; el recuadro, para destacar enunciados, nombres o fechas clave; el signo de interrogación, cuando se tengan indicios de que lo expresado puede ser un error; la admiración, cuando se necesite comprobar una afirmación; el punto, cuando se tenga que completar con otras lecturas, etc.
No obstante, cada estudiante debe crearse su propio código de signos gráficos según sus necesidades. En este curso utilizaremos la raya doble de color rojo y la raya sencilla de color azul.
Subrayar de tal manera que sea posible leer continuadamente todas las partes subrayadas, aunque estén en distintas líneas y que lo leído forme un pensamiento coherente.
Se ha de subrayar poco. Por regla general sólo del 25% al 30% de las palabras, aunque esto depende de los textos.

ESQUEMAS

Un esquema es la presentación de las ideas principales y secundarias de una lección estructurada de un modo lógico. Esta estructuración lógica de la materia que se estudia permite captar de un solo golpe de vista todo el contenido.
Las características de un buen esquema son: recoger todas las ideas principales, secundarias y los datos que han sido previamente subrayados; están presentados de una forma estructurada y lógica que facilita la comprensión y la memorización; utilizar las palabras del estudiante y con toda la brevedad posible, escribiendo frases cortas que recojan con precisión y claridad las ideas del tema.
El hacer esquemas tiene varias ventajas: al ser una técnica de estudio activa aumenta el interés y la concentración sobre el tema mejorando al mismo tiempo la memorización; facilita la comprensión, al tener que estructurar las ideas; favorece la memorización, al utilizar la memoria visual; y sobre todo, se ahorra tiempo a la hora de memorizar el esquema y de hacer posteriores repasos ya que se va directamente a lo importante y no se necesita leer toda la lección.
Pueden seguirse estos pasos para hacer el esquema: primero leer la lección entera y subrayar siguiendo las normas conocidas; después buscar un título que sea una síntesis del contenido de la lección; dividir el tema en tres o cuatro apartados generales que recojan a su vez varias ideas principales y éstas a otras secundarias y datos significativos; poner cada idea en un apartado distinto y formularla con brevedad y precisión; es conveniente dejar márgenes a la izquierda y derecha para posibles anotaciones posteriores; y por último, tener en cuenta que se correspondan verticalmente los apartados de la misma categoría dejando los sangrados correspondientes.

APUNTES

En primer lugar es necesario que se comprenda la necesidad de tomar apuntes. Aunque se esté muy atento y se tenga buena memoria, es difícil retener la estructura general de la explicación, los detalles y los ejemplos. Aún es más difícil cuando es una exposición de hechos que incluyan dibujos, figuras y fórmulas. La memoria puede retener durante un periodo corto de tiempo, pero lo importante es retener a largo plazo y para ello es esencial la grabación escrita, tomando apuntes o notas en clase.
Al tomar apuntes intervienen varios sentidos como el oído, la vista y los músculos y esto favorece el aprendizaje.
En el hecho de tomar apuntes distinguimos el escuchar y el escribir. El que toma apuntes está retrasado con respecto al profesor, ya que anota lo que acaba de decir mientras escucha lo que está diciendo. Pero escuchar y escribir no son realmente incompatibles. Se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo siempre que la una sea un ejercicio mecánico o casi automático y la otra un ejercicio intelectual. Se puede seguir el pensamiento del profesor mientras se escribe lo que ha dicho anteriormente. Es necesario el ejercicio para crear este hábito.
Escuchar comprendiendo implica descifrar el significado de cada palabra y captar las ideas del que explica.
Hay que fijarse en el contenido de la explicación y dejar de lado la actitud que se tenga ante el profesor. Tratar de mirarle y, si es posible, ponerse cerca para oírle mejor.
Hay que escuchar activamente y estar interesado por lo que dice el profesor. Estar bien sentado pero no excesivamente cómodo. Al tomar apuntes -igual que al subrayar- hay que descubrir las ideas principales, las secundarias y los datos. Lo subrayado es al texto escrito lo que los apuntes a la explicación.
Al escribir, procurar dejar un margen en la parte derecha para posteriores anotaciones. Dejar también espacios en blanco entre los distintos apartados para completar los apuntes posteriormente.
Prestar atención al principio de la explicación del profesor porque suele dar una idea general del tema o indicaciones para su estudio. Otras veces da más importancia a unas partes que a otras mediante frases, gestos y tono de voz.
Al final de la clase o por la tarde, completar los apuntes. Puede quedarse una frase sin terminar o una palabra clave suelta o un ejemplo aislado. Quizás al cabo de unas semanas ya no se entiendan esas palabras sueltas o no se sepan completar las frases.


Test sobre cómo estudiar.-
Test online para estudiantes


Web sobre técnicas de estudio.
http://www.estudiantes.info/tecnicas_de_estudio/tecnicas_de_estudio.htm